¿Qué podemos hacer con la tierra? Otro elemento imprescindible
Hola, soy la tierra ; pero no la grande, no la que empieza por la letra T mayúscula, la bella y casi perfectamente esférica donde vivimos; sino la otra, la humilde, la que pisas, la que tienes a tus pies y en la lejanía de las montañas. Soy tierra mullida, blanda, pero también puedo ser tierra firme o roca, dura, fuerte, segura. Que sepas que tus antepasados comenzaron a hacer montoncitos conmigo para sus primeras construcciones, luego, muy al principio, empezaron a manosearme con las manos y, mucho más tarde, a mezclarme y a tratarme con otras cosas (agua, fuego, aire, cemento...) para moldearme a su gusto. Sin mí no podrían haber conseguido los adobes y ladrillos para construir sus viviendas donde guarecerse de la intemperie; ni la piedra para sus primeros cercados y primitivos puentes; la cal para unir y sellar sería una quimera si mi subespecie la caliza no se hubiera unido con el fuego; y el cemento estaría en el limbo de los descubrimientos si la