El puente del Califa de Pinos Puente

Hubo una vez un hombre que tuvo una idea arriesgada, un proyecto impensable para unos años difíciles y para el momento incierto que le tocó vivir. Eran tiempos de guerra, enfrentamientos, miedos y supersticiones. Ese hombre acudió a pedir ayuda a las dos personas más importantes, en notoriedad y escalafón social, de la época de dos reinos principales y vecinos. Esas personas eran un rey y una reina. Uno de Portugal y la otra de Castilla. Y lo hizo para hacer realidad su loca intuición. El buen hombre se sirvió de amigos y conocidos para llegar hasta ellos; de sus contactos, como diríamos hoy en día. Pero en aquéllos días no había Internet, ni redes sociales; entre esos conocidos se encontraban un fraile y un astrólogo que creyeron en su idea, descabellada para el resto de los mortales, aunque no para ellos.
    Una vez que aquel extraño visionario consiguió exponer su discurso a esas dos poderosas personas en sus respectivas casas, en sus cortes, por separado, ambas lo despidieron con un rotundo 'no', una incontestable negativa ante su petición de financiación para llevar a cabo la empresa que les proponía. Aquella reina de Castilla y aquel rey de Portugal, las dos personas más poderosas de la Europa occidental, estaban ocupadas en otro tipo de cosas: tales como conseguir poder, supremacías, vencer conflictos, ganar batallas y guerras para asentar y afianzar sus ideas propias de gobierno. Esas arduas tareas les llevaba el tiempo y el ánimo absoluto como para ceder a las peticiones, ciertamente desmesuradas de dinero y responsabilidad, que ese loco intentaba obtener de ellos.
    Cuando el hombre, rechazado y apesadumbrado, primero en Portugal y después en Castilla, giró a tomar camino para vender su idea en otra parte, quizá en un país vecino de los anteriores, 'por qué no en Francia' se preguntó, un grupo de la Corte de Castilla salió en busca de ese iluminado y consiguió detenerlo cuando cruzaba, según la leyenda, un puente de periodo califal a la altura de Pinos-Puente, en el camino entre Córdoba y Granada. La comitiva quería instarle, pedirle, hasta rogarle, que diese media vuelta pues Su Majestad la reina había cambiado de parecer: ¡estaba decidida a financiar su viaje, vive Dios!; cuentan los cronistas e historiadores que entre un fraile y un escribano la habían logrado convencer para abordar esa idea absurda que defendía aquel hombre, de origen incierto y reputación dudosa, y que no era otra que la de echarse a la mar para atravesar un océano que llamaban el Tenebroso y conseguir nuevas rutas, nuevos descubrimientos y nuevos horizontes para la historia... Como ya habéis podido imaginar, aquel atrevido visionario se convertiría en el almirante Cristóbal Colón y la arriesgada y audaz empresaria que dio un voto de confianza al marino fue la reina Isabel, la de Castilla.

    La historia de Colón es verdadera, como imagino que sabemos, y su persecución por una comitiva de la reina Isabel para que no fuera con el cuento a otra parte, también. En lo que quizá dudan los estudiosos es el lugar en el que se produjo el alcance, aunque por seguro dicen los habitantes de la población granadina de Pinos-Puente que ellos no albergan ninguna duda de que el lugar exacto fue el puente medieval de época califal que tienen en el sitio; y que nos viene como anillo al dedo para hablar brevemente de esta obra de ingeniería:

    El puente califal de Pinos es un puente medieval datado en el siglo IX, erigido en el camino de Córdoba a Granada. Es una construcción de tres arcos, siendo el central mayor que los laterales; de piedra, cimentado en roca, presenta en las pilas tajamares (que son esos elementos que "cortan" la fuerza del agua) semicilíndricos aguas arriba (contra la corriente) y de superficie plana aguas abajo (una vez pasado el puente por la corriente). Los sillares están aparejados a soga y tizón -colocación de las piezas de piedra o ladrillo, según se conforme la hilera, dejando a la vista su lado más largo (soga) o bien su lado más corto (tizón)-. Sobre una de las pilas hay una capilla construida en el siglo XVIII (los años mil setecientos y pico...), que reemplazó a una antigua y pequeña torre defensiva. El puente viene a ser este:


Panorámica del puente
(Fuente de la foto: del blog "lugares con historia")


Puente califal y vista del Barrio de la Virgen de Córdoba
(Fuente de foto: blog "notas cordobesas")
    Además del legendario encuentro entre Colón y los enviados de Isabel, este puente se convirtió en escenario también de otros acontecimientos anteriores, como lo fueron las numerosas escaramuzas durante la guerra de Granada o el enfrentamiento entre las huestes del rey nazarí de Granada Muhammad I y las tropas del regente Fernando III de Castilla y León, llamado el Santo, en 1242.

Espero que os haya, al menos, entretenido.

Hasta otra.





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