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Mostrando entradas de 2021

"SEIS PALABRAS" Relato galardonado con el primer premio del IX Concurso Internacional "María Eloísa García Lorca" de la Unión Nacional de Escritores de España (UNEE)

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Ya sé que este es un blog dedicado exclusivamente a la ingeniería civil, pero tomaré como excusa que en el siguiente relato se dejan caer en algún párrafo palabras relacionadas con la construcción: acero, hormigón, casco, planos, pisar barro, trabajo duro..., así que... aquí os lo dejo. Con todos ustedes: SEIS PALABRAS   Con todo el dolor de su alma, Víctor Pérez, de cincuenta y cinco años, no tuvo más remedio que tomar esa trágica decisión. La peor de todas.     Le dolía terriblemente la cabeza y había llegado al límite de su resistencia mental. Todo lo que le rodeaba en su vida parecía superfluo, sin importancia, fuera de contexto. Ya nada tenía valor…     Se encontraba sentado a la destartalada mesa de madera que le servía en los últimos tiempos a la vez como comedor e improvisado escritorio, colocada en el centro de aquel minúsculo habitáculo que era su vivienda: un mísero entresuelo en una antigua mole de acero y hormigón ubicada en uno de los barrios más deprimidos de la

"Adiós, María, adiós". Relato galardonado en el IV Certamen Literario del Raval de Elche

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Os dejo el relato corto con el que participé en este concurso literario organizado por la asociación vecinal del histórico barrio ilicitano del Raval.     Los cuentos debían hacer alguna mención al barrio, a sus lugares, calles o plazas, a personajes reales o ficticios, o a hechos históricos relacionados con él.     En el relato se escenifica una de tantas situaciones que se debieron dar en cierto día del mes de octubre del año 1609, en el puerto que desde cientos de años atrás fue la salida natural al mar de la villa del Vinalopó. Los protagonistas son un joven matrimonio y su hijita de tres años habitantes del barrio.     Quien haya leído mi novela El Sol en el horizonte (El anillo del esclavo judío)  podrá apreciar que me he servido de cierta ánima  (como dicen los italianos) de su historia, pues parte de la misma también se desarrolla en este emplazamiento único revestido de palmeras.       A juicio del jurado "Adiós María, adiós" fue el merecedor del accésit en la modali

Recordando (e imaginando) lo que quizás pudo pasar en las inmediaciones de cierto puente (tal día como hoy, hace algo más de 200 años)

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  Napoleón y el puente de Sampaio , Pontevedra.   Introducción: Tomando como trasfondo un hecho real, una de las batallas de la Guerra de la Independencia entre España y Francia, se recrea un encuentro entre dos amantes en los momentos previos a dicha batalla. La contienda tuvo lugar en el puente que daba acceso a la población gallega de Sampaio, y nuestros dos personajes se encuentran esperando la llegada del temido ejército francés. Lo que se dicen, y lo que sienten ambos, viene a continuación:   «7 de junio de 1809. Entre las nueve y las diez de la mañana.   Hombre y mujer se encuentran en cuclillas, ocultos tras el pretil de piedra cercano al puente de acceso a la villa. De vez en cuando, lanzan miradas furtivas por encima del muro, a la vez que se observan el uno al otro a los ojos, inquietos, temerosos. Ella sostiene una vara de olivo en una de sus manos y él porta una horca de madera que ha cogido esa mañana del carromato donde transporta diariamente las cosecha

Fragmento de "Reina Roja" de Juan Gómez Jurado.

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  Leyendo este entretenido thriller   (Editorial Penguin Random House. Vigesimosexta reimpresión: marzo 2020)  de uno de los más laureados escritores españoles del género, encuentro lo siguiente : « Los árabes que fundaron la ciudad en el siglo IX la llamaron Magerit , que significa «lugar abundante de agua». Había decenas de arroyos, riachuelos y pantanos. Y por debajo de ellos, un acuífero formado hace diez millones de años, con más de 2.600 kilómetros cuadrados de extensión, y 3.000 metros de profundidad en algunos puntos. Sobre agua edificada. (pág. 494) [...]Los elementos de los que disponía Antonia para encontrar el lugar eran muy escasos. El informe de su muerte mencionaba «el final de un viaje de agua en desuso a trescientos metros del nudo colector número 78».     Allí estaba.     Un qanat . Un viaje de agua, construido hace once siglos por los árabes. Metro noventa de alto, setenta centímetros de ancho, una canalización inferior. Una de los cientos de galerías olvidadas

CAPÍTULO 3. Mamauté y las construcciones de piedra

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Lo que nunca le conté a Nuamé es que esa tarde yo me senté al lado de su padre cuando se encontraba tiritando y muerto de miedo por el susto que se había llevado, y que le dije después, al oído, que se fijara en aquel tronco de árbol, hendido por el rayo, y que se diera cuenta que era un poco más largo que la anchura del cauce del río. El hambre, la necesidad de alimentar a los de su clan, y la imaginación del padre de Nuamé, junto con el trabajo cooperativo del resto de sus compañeros, hicieron el resto, lo que ya habéis visto en mi cuento anterior (Véase Capítulo 2. El gran mamut y el padre de Nuamé ).     Nuestra amiga Nuamé fue creciendo y un día (para ella, que era humana, pasaron varios años, aunque no muchos) se fijó en aquel joven perteneciente al grupo de seres que su tribu conoció poco después del episodio del mamut. Aquel hombre era diferente a los de la especie de mi amiga: Nuamé tenía la frente ancha y huidiza, el gran pelo enmarañado, y un cuerpo proporcionado pero robus

CAPÍTULO 2. El gran mamut y el padre de Nuamé

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35.000 años a.C. En algún lugar del norte de la hoy conocida como Península Ibérica (por aquel entonces, un sitio cualquiera del mundo)  « Los dos hombres de cuerpos robustos, cortas extremidades y rostros de nariz gruesa y chata, con anchas frentes prominentes y pelos largos y enmarañados, se encontraban de pie en una de las  laderas del río, mirando a la posible presa que pastaba tranquilamente en la otra parte del cauce. El enorme mamut alzó la cabeza con parsimonia y miró, con aires de indiferencia, a los dos cazadores que portaban rudimentarias lanzas en mano. Hacía tiempo que los hombres no cazaban nada y ésa podría ser una gran oportunidad para ganar notoriedad en la tribu. Pero un obstáculo se interponía entre ellos y aquel animal que podría significar una fuente de alimentos para el clan al que pertenecían. Ese impedimento era el río.     El raudal, aunque fuera de poca anchura y no pareciese demasiado profundo, presentaba sin embargo las aguas rápidas y visiblemente turbulent