¿Y por qué no el puerto de Algeciras?
Punta Carnero, próximo al puerto de Algeciras.
A 25 de septiembre de 1940
«Yo, Saturnino Benacantil, jamás imaginé que mis ancianos y
cansados ojos volvieran a presenciar semejante desastre. ¿Por qué, Dios mío,
por qué, por qué? ¿En qué erraste cuando diste vida al género humano?
Lo siento, Señor, perdóname. Perdóname por estos sentimientos y estos pensamientos, pues Tú nunca te equivocas; pero me cuesta comprender tanta locura.
Lo siento, Señor, perdóname. Perdóname por estos sentimientos y estos pensamientos, pues Tú nunca te equivocas; pero me cuesta comprender tanta locura.
Aquel amigo de mi
abuelo me dijo que ocurren estas cosas no porque Dios las permita, sino porque
Dios constituyó al hombre dueño de sí mismo para que hiciera libremente lo que
debiera. Solo que esa libertad debería de emplearla el hombre en amarse y
respetarse, y no en infligirse a él y a sus semejantes tanto daño y tanto
terror.
Señor, me queda el consuelo
de saber que todo tendrá su explicación cuando esté ante Ti, presenciando tu
mirada serena.
Lo cierto es que durante todo el día de ayer, 24 de septiembre, reviví de nuevo el terror de las explosiones y la luz mortal de las bombas al estallar. La misma espantosa y terrible experiencia de hace algo más de un año.
Lo cierto es que durante todo el día de ayer, 24 de septiembre, reviví de nuevo el terror de las explosiones y la luz mortal de las bombas al estallar. La misma espantosa y terrible experiencia de hace algo más de un año.
Dicen que lo acontecido ayer
resultó ser el vuelo de los aviones procedentes del Marruecos francés y que el ataque
fue la respuesta de los gabachos al bombardeo de los ingleses ordenado por su
primer ministro Churchill, ése que sale en los noticieros con un puro en la
boca, sobre el puerto argelino de Mers el-Kebir en junio pasado, y en el que
murieron más de mil marineros del país vecino. Desde mi puesto de farero llegué
a contemplar, extasiado pero horrorizado, a más de ochenta bombarderos dejando
caer sus mortíferas cargas sobre el Peñón y los cañones antiaéreos ingleses
invadir el cielo con una nube inmensa de humo.
Maldita guerra, maldito odio,
maldito demonio, ese tal Adolfo, que está haciendo enfrentar de
nuevo a los países de la vieja Europa en una guerra sin sentido, como la que
tuvo a bien llegar a su fin el mes de abril del pasado año, la nuestra fratricida,
la española. Ese tal Hitler es el responsable de esta lucha reciente entre
británicos y franceses. Espero que España no admita las presiones del alemán que la haga entrar de nuevo en una guerra cruel. Por favor...
Por fortuna, y a pesar de la
cercanía, nuestro puerto no llegó a sufrir daño alguno. Los franceses fueron
extremadamente precisos en su destrucción: <<sólo>> redujeron a
escombros las instalaciones de los ingleses.
Gracias a Dios, mi querido
puerto de la bahía de Algeciras sigue sano y salvo, en pie. ¡Qué haría yo si me
hicieran abandonar mi faro! La luz que ilumina a los marineros y pescadores. Mi
puerto de Algeciras en Cádiz, mi «Cái», es de los más recientes e importantes de España.
Este puerto no será romano,
ni medieval, pero no por ello deja de ser de los más interesantes del mundo
entero. Mi puerto y mi faro, donde ya estuvo mi padre, y mi abuelo. Y las
generaciones futuras seguirán contemplando esta bahía y este estrecho… Lo
seguirán haciendo si Tú quieres, y si el hombre dejara de ser, en tantas ocasiones, tan malo e
ignorante y dejase de provocar tanta devastación…
Dejo de escribir por ahora: debo de mantener viva la luz de mi faro de Punta Carnero».
(Recreación ficticia del supuesto
cuaderno de bitácora del farero, de nombre imaginado, del Faro de Punta
Carnero)
Ahora, unos cuantos apuntes del Puerto de la bahía de Algeciras:
Realmente, tal y como dice nuestro farero
Saturnino, el puerto de la bahía de Algeciras (Cádiz) es de creación reciente.
Por su posición estratégica, Algeciras fue foco de intereses en numerosos
conflictos bélicos, diplomáticos e internacionales a lo largo de la historia
(Zona fronteriza en tiempos de la Reconquista, consecuencias del Tratado de
Utrech en 1704, con la colonización británica del Peñón como resultado, La
Segunda Guerra Mundial…), por lo que la ubicación de un puerto marítimo estable
fue cosa harto complicada. Salvo el puerto de la colonia británica en el Peñon
de Gibraltar, no existió otra instalación portuaria en la zona hasta 1887,
cuando se creó un pequeño muelle de mampostería que se llamaría muelle Viejo,
junto a la margen izquierda del río de la Miel. Una compañía de capital
británico, dedicada al ferrocarril, construiría en 1893 un puente de hierro que
permitía la llegada del tren hasta la orilla derecha de la desembocadura del
citado río donde sería ejecutado un muelle de madera que fue inaugurado en
1894. Hasta este muelle de madera, que se adentraba unos 100 metros en el mar,
llegaba el ferrocarril para enlazar con los vapores que desde allí zarpaban a
Gibraltar. Estos dos muelles, el viejo y el de madera, permitían las
actividades portuarias de la época tanto para el pasaje como para las
mercancías.
Como cualquier puerto importante de nuestro
país, el de la bahía de Algeciras fue creciendo paulatinamente con el paso de
los años agregando, nuevas terminales, muelles, y zonas de comercio a partir de
la estructura original. Así, de esta manera, en 1913 comienza a construirse el Muelle
de Galera o de Alfonso XIII, y en 1916
la Dársena de Villanueva. En 1930
se construye el muelle pesquero y en
1932 el dique Norte o rompeolas de la isla Verde que resguarda de los
temporales y para el que se necesitaron dos enormes grúas, la Goliat y la
Titán, que permitieron el transporte y la colocación de grandes bloques de hormigón
y piedra.
Hasta la segunda mitad del pasado siglo XX,
la pesca y el tráfico de pasajeros entre ambas orillas del Estrecho eran las
actividades más importantes de la zona. Es en 1964 cuando se instala en la orilla de la bahía un complejo industrial y químico cuyos
máximos exponentes serían una refinería y una factoría de acero inoxidable.
En 1967
pasa a llamarse Puerto de Algeciras-La
Línea como resultado de la incorporación de las instalaciones portuarias de
la Línea de la Concepción. Y en 1982
se une el puerto de Tarifa. En 1993 se denomina con el nombre actual
de Puerto de la bahía de Algeciras,
renombrándose su Autoridad Portuaria.
Hasta la fecha es el
primer puerto de España y del mar Mediterráneo en tráfico de mercancías y se
encuentra el 6º de Europa y el 25º del mundo en transporte de contenedores.
El pasado 11 de noviembre de 2016 la
Autoridad Portuaria convocó un concurso público internacional para la
construcción y explotación de una tercera terminal de contenedores en los
terrenos de Isla Verde Exterior.
Entre sus actividades y usos se
encuentran:
Base Naval de la Armada Española
Actividades: comercial, pesquera,
tráfico de pasajeros, tráfico de contenedores
Base de la Sociedad de Salvamento
Marítimo
Base del Servicio Marítimo de la
Guardia Civil
Base del Servicio de Vigilancia
Aduanera
Y aquí, como casi siempre, os
dejo unos enlaces de interés para ampliar información y como curiosidad de
algunos datos:
Se puede ver una ilustrada evolución del puerto de Algeciras a lo largo del siglo XX, y en el actual, en la página dedicada al mismo en la Wikipedia:
Espero que os haya resultado, al menos, entretenido.
Hasta pronto.
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