La vida es como un gran proyecto de construcción (Aviso: a diferencia de post anteriores, éste es un poco más largo)
Hará como tres o cuatro años participé en un curso de docencia de la formación profesional para el empleo. En mi ponencia final debía realizar una exposición, de dos horas de duración, sobre un tema que conociera muy bien y del que estuviera preparado (o al menos se suponía que fuera así, je, je). Elegí hablar a mi público (los otros quince alumnos del curso más nuestra profesora) acerca de las partes que componían e integraban un proyecto de construcción de las obras civiles. Como las personas que formábamos aquel curso éramos de diferente formación académica (había tres psicólogos, una maestra de primaria, un licenciado en jardinería, un ingeniero de caminos, un delineante, una trabajadora social, una estilista, una administrativa, una decoradora de interiores, una artesana, un sociólogo y una estudiante de inglés) debía realizar mi presentación de una manera clara para que se pudiera entender para todos. Comencé por poner varios ejemplos de situaciones que se pueden dar en nuestra vida cotidiana para explicar que un proyecto de construcción es un conjunto de documentos y planos que tienen por objeto justificar, definir y valorar todos y cada uno de los elementos y partes de una obra. Ejemplos que fueron, entre otros:
La realización de un viaje
La ejecución de una escultura de arte
Comprarse un coche
Hacer una paella con la familia o amigos
Tener un hijo...
Les decía que en todas y cada una de ellas tenemos el porqué, el para qué lo hacemos, una explicación, una finalidad...
En la realización de un viaje: lo hacemos por placer, por negocios, por poner distancia de por medio...
En la ejecución de una obra de arte: por encargo de alguien, para presentarlo a un concurso, por el placer de llevar a cabo algo con nuestras propias manos a raíz de un sentimiento, una idea, un pensamiento...
Comprarse un coche: porque lo necesito, porque me gusta y tengo dinero para comprarlo, para regalarlo...
Hacer una paella: como práctica en mi curso de cocina, para la reunión de la familia y amigos, por el simple gusto de cocinar...
Tener un hijo: porque nos pensamos responsables y queremos dar un paso más, porque lo queremos o, por el amor que se tiene la pareja. Lo explicaba en la exposición del curso mediante una diapositiva que decía tal que así:
<<Debido al gran amor que se tienen y profesan Lola y Lolo deciden, tras varios años de amorosa unión y vida en común, desarrollar el ambicioso proyecto, objeto de esta memoria, consistente en la procreación, manutención, educación, diversión, y comprensión de un nuevo individuo en el planeta Tierra, y en su larga y extensa formación con el correspondiente condimento de amor, picardía, bondad, pelín de mala leche, humildad, cariño, llantos y risas>>...
Así pues, todas estas razones y porqués daban pie a explicar el primer documento de un proyecto: la memoria, que se podría definir como el documento cuya finalidad es exponer de manera clara y concisa las características del proyecto de forma que constituya un resumen completo del mismo. Debe tenerse en cuenta que habitualmente se considerará como documento informativo inicial. Sus propiedades serán: claridad, concisión, fácil lectura, estructuración, veracidad. Los documentos que la integran son la memoria descriptiva y los anejos a la memoria (un anejo es un informe, estudio o cálculo necesarios que condicionará y justificará la solución propuesta en el proyecto).
El segundo de los documentos de un proyecto, los planos, esquemas de conjunto y de detalle necesarios para que la obra quede perfectamente definida, lo explicaba más o menos así:
Para hacer un viaje: los dibujos, planos y esquemas de la ciudad que nos disponemos visitar.
Para una escultura: los diferentes bocetos y diseños que se realizan para llevarla a cabo.
Para la compra de un coche: las diferentes revistas que nos compramos y fotos que vemos para elegirlo.
Para hacer una paella: las fotos que vemos en internet (todos los blogs de cocina vienen con fotos casi de diseño) o en la nota escrita que tenemos para seguir la receta por primera vez y que nos ha pasado el vecino, nuestra madre, nuestra hermana o el suegro.
Para tener un hijo: en este caso no se me ocurrió otra cosa para ilustrarlo que poner una diapositiva con imágenes un tanto lights del Kama-sutra para ilustrarlo, lo que provocó la hilaridad de la concurrencia...
Y, de esta manera, llegaba al tercero de los documentos, el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares (lo que para abreviar es llamado el Pliego) en el que se hará otra descripción de las obras y además se regulará su ejecución, con expresión de la forma en que ésta se llevará a cabo, las obligaciones de orden técnico que correspondan al contratista, y la manera en que se realizará la medición de las unidades ejecutadas y el control de calidad de los materiales empleados y del proceso de ejecución.
Es decir, se establecen en él las Condiciones de ejecución.
Para ello exponía que:
En la realización de un viaje, para llegar bien a nuestro destino, según cuál fuera, deberíamos viajar en avión, tren, barco o mejor en coche; según la calidad que quisiéramos, viajaríamos en primera, segunda o puede que en tercera, cosa que no es muy aconsejable (véase la peli del Titanic). Así pues, ponemos condiciones y prescripciones a nuestro tránsito.
Una obra de arte: ¿Al óleo? ¿Al fresco? ¿de madera policromada, mármol de Carrara, o bronce? Todo depende del presupuesto, la finalidad o puede que del lugar donde queramos que se exponga. Deberá de cumplir unas condiciones según su uso o fin.
Así con los otros ejemplos. En el caso de tener y criar a un chiquill@ presenté un texto que rezaba tal que así :
Según el RD (Real Decreto) de la vida y convivencia se establecerá como condiciones que:
- La nueva persona que llegue se aceptará y, sobre todo, se querrá y se amará tal y comos sea.
- Será de total competencia y responsabilidad de los padres y educadores que el nuevo habitante del planeta mundo sea:
Como se puede apreciar, según el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares, todo debe estar establecido, atado y bien atado, y con la mayor calidad posible 😊👌👍.
Pasamos al cuarto documento: el Presupuesto. Este lo entendemos casi todos. Es la valoración (con sus mediciones previas, es decir, cantidad de las unidades que lo componen) de lo que nos va a costar lo que hemos proyectado. Según la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (LCAP) es el documento, integrado o no, por varios parciales, con expresión de los precios unitarios y de los descompuestos, en su caso, estado de mediciones y los detalles precisos para su valoración. Resumiendo, si con ello podemos ir a Benidorm, a Tokyo o a San Vicente de la Barquera (que tampoco está mal).
Si nos podemos comprar un Ibiza, un Ferrari, un Audi o un Smart.
Si podremos disfrutar de una paella de bogavante o una de pollo y conejo (que bien ejecutada y con productos de calidad está "pa" chuparse los dedos).
Si nuestra figurita para el recibidor podrá ser de algún Michelángelo o, por el contrario, de la feria artesanal de mi barrio.
Y en el caso de los hijos hay que plantearse muy bien todos los capítulos de la partida con sus mediciones:
No hagáis caso a la cantidad final. Es un error. Sí, efectivamente, para los que os habéis dado cuenta... ¡sale mucho más caro! (pero vale la pena). En el anterior presupuesto <<se ha tirado por lo bajo>>.
Pero sigamos...
Después del presupuesto viene el programa de trabajos, el quinto documento. En muchos proyectos aparece como un anejo más dentro de la memoria (recordemos que la memoria es el primero de los documentos y que los anejos eran esos estudios técnicos y justificativos de muchas de las partidas del proyecto de construcción). Pondré un ejemplo de lo que sería un programa de obra sencillo, pero real, de una obra de construcción de urbanización. Lo que se suele llamar como diagrama de barras (aunque hay otros tipos, como por ejemplo los espacio-tiempo)
Se enumeran las actividades principales de la obra y se representa, mediante barras horizontales, su duración a lo largo del tiempo. No entraré en detalle respecto a esos ejemplos de la vida que he relacionado al principio porque me alargaría demasiado pero ¿quién no programa consciente o inconscientemente todo lo que hace?: cuándo cogeremos ese tren, cuánto tiempo permaneceremos en la ciudad, qué iremos a visitar, a qué hora nos levantaremos, en qué día de mis vacaciones haremos la paella con la familia o cuántos y qué concesionarios voy a ver para comprar ese coche para llegar a la fecha de la adquisición. Sí, ya sé que a veces ocurren cosas que no esperamos, que las hacemos porque surge la necesidad, las circunstancias lo requieren o pasan de repente (una celebración espontánea, un capricho, una noche de amor...); pero hasta para eso un proyecto de construcción suele tener un apartado: el capítulo o la partida de imprevistos...
Y ya llegamos al último de los documentos que nombra la LCAP, el sexto, el Estudio de Seguridad y Salud en el que se especifica los riesgos, medidas preventivas y protecciones de la obra y se regulan según las normas de seguridad y salud en las obras, establecidas en el RD 1627/1997 de 24 de Octubre. Consta también de unos planos y de un presupuesto que formará parte del presupuesto total de Ejecución material del proyecto, dentro del capítulo de Seguridad y Salud.
Antes de la realización de la obra, se redactará un Plan de Seguridad y Salud por el contratista ajustando ese estudio del proyecto a las necesidades reales de la ejecución y que deberá ser aprobado por el coordinador de seguridad.
Los criterios y requisitos para redactar un proyecto serán que todas y cada una de las partes del mismo cumplan con claridad y orden (que se entiendan, vamos), precisión (datos de partida reales y ajustados a la realidad), debe tener la extensión suficiente y necesaria para poder justificar, definir, condicionar y valorar las obras en su conjunto y en cada una de sus partes, y debe ser conciso (ni pasarnos ni quedarnos cortos). Debe ser además coherente (concordancia de su contenido con, y entre, cada una de sus partes) y una buena y cuidadosa presentación predispone a una acogida favorable del proyecto: el proyecto debe ser sometido a una revisión y aprobación técnica.
Claridad, orden, coherencia, concisión, cuidadosa presentación y trato... aspectos todos ellos tan importantes y necesarios en los aspectos de nuestra vida y en todo aquello que proyectamos y valoramos.
Así fueron más o menos los puntos tratados en mi presentación y exposición de dos horas, ante mis querid@s y estimad@s compañer@s, de aquel trabajo de final de curso. Como resumen, los documentos principales que integran los proyectos son:
1º Memoria (memoria descriptiva y anejos)
2º Planos
3º Pliego de Prescripciones Técnico Particulares (Pliego)
4º Mediciones y Presupuesto
5º Programa de Trabajos
6º Estudio de Seguridad y Salud
Para terminar la clase de aquel día había una parte práctica, un ejercicio que propuse que realizaran para ver si habían entendido una parte de la charla, una actividad un tanto versionada en la que ellos eran los agentes que integraban la ejecución de una obra (el proyectista, el director de obra, el coordinador/a de seguridad, el jef@ de obra, el topógraf@, el administrativ@, el proveedor de materiales, mano de obra, maquinaria, l@s usuari@s finales...). He de decir que lo realizaron perfectamente y hubo risas, buen ambiente y mucha atención por su parte. Lo preparé (proyecté y planifiqué) todo con mucho esfuerzo y cariño.
Guardo un gran recuerdo de aquel momento.
Al final, como decía aquél en aquella película que <<la vida es como una caja de bombones>>, yo desde mi particular punto de vista puedo afirmar que la vida es como un gran proyecto de construcción.
Gracias por la atención, por haber leído mi historia de puentes y anclas y hasta otra.
P.D. Por cierto, hoy -12 de abril- hace un año que empecé a escribir sobre estas cosicas añadiendo mi primera entrada <<¿El Inicio?, ¿el primer ingeniero?>>.
Cómo pasa el tiempo...
Hacer una paella con la familia o amigos
Tener un hijo...
Les decía que en todas y cada una de ellas tenemos el porqué, el para qué lo hacemos, una explicación, una finalidad...
En la realización de un viaje: lo hacemos por placer, por negocios, por poner distancia de por medio...
En la ejecución de una obra de arte: por encargo de alguien, para presentarlo a un concurso, por el placer de llevar a cabo algo con nuestras propias manos a raíz de un sentimiento, una idea, un pensamiento...
Comprarse un coche: porque lo necesito, porque me gusta y tengo dinero para comprarlo, para regalarlo...
Hacer una paella: como práctica en mi curso de cocina, para la reunión de la familia y amigos, por el simple gusto de cocinar...
Tener un hijo: porque nos pensamos responsables y queremos dar un paso más, porque lo queremos o, por el amor que se tiene la pareja. Lo explicaba en la exposición del curso mediante una diapositiva que decía tal que así:
<<Debido al gran amor que se tienen y profesan Lola y Lolo deciden, tras varios años de amorosa unión y vida en común, desarrollar el ambicioso proyecto, objeto de esta memoria, consistente en la procreación, manutención, educación, diversión, y comprensión de un nuevo individuo en el planeta Tierra, y en su larga y extensa formación con el correspondiente condimento de amor, picardía, bondad, pelín de mala leche, humildad, cariño, llantos y risas>>...
Así pues, todas estas razones y porqués daban pie a explicar el primer documento de un proyecto: la memoria, que se podría definir como el documento cuya finalidad es exponer de manera clara y concisa las características del proyecto de forma que constituya un resumen completo del mismo. Debe tenerse en cuenta que habitualmente se considerará como documento informativo inicial. Sus propiedades serán: claridad, concisión, fácil lectura, estructuración, veracidad. Los documentos que la integran son la memoria descriptiva y los anejos a la memoria (un anejo es un informe, estudio o cálculo necesarios que condicionará y justificará la solución propuesta en el proyecto).
El segundo de los documentos de un proyecto, los planos, esquemas de conjunto y de detalle necesarios para que la obra quede perfectamente definida, lo explicaba más o menos así:
Para hacer un viaje: los dibujos, planos y esquemas de la ciudad que nos disponemos visitar.
Para una escultura: los diferentes bocetos y diseños que se realizan para llevarla a cabo.
Para la compra de un coche: las diferentes revistas que nos compramos y fotos que vemos para elegirlo.
Para hacer una paella: las fotos que vemos en internet (todos los blogs de cocina vienen con fotos casi de diseño) o en la nota escrita que tenemos para seguir la receta por primera vez y que nos ha pasado el vecino, nuestra madre, nuestra hermana o el suegro.
Para tener un hijo: en este caso no se me ocurrió otra cosa para ilustrarlo que poner una diapositiva con imágenes un tanto lights del Kama-sutra para ilustrarlo, lo que provocó la hilaridad de la concurrencia...
Y, de esta manera, llegaba al tercero de los documentos, el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares (lo que para abreviar es llamado el Pliego) en el que se hará otra descripción de las obras y además se regulará su ejecución, con expresión de la forma en que ésta se llevará a cabo, las obligaciones de orden técnico que correspondan al contratista, y la manera en que se realizará la medición de las unidades ejecutadas y el control de calidad de los materiales empleados y del proceso de ejecución.
Es decir, se establecen en él las Condiciones de ejecución.
Para ello exponía que:
En la realización de un viaje, para llegar bien a nuestro destino, según cuál fuera, deberíamos viajar en avión, tren, barco o mejor en coche; según la calidad que quisiéramos, viajaríamos en primera, segunda o puede que en tercera, cosa que no es muy aconsejable (véase la peli del Titanic). Así pues, ponemos condiciones y prescripciones a nuestro tránsito.
Una obra de arte: ¿Al óleo? ¿Al fresco? ¿de madera policromada, mármol de Carrara, o bronce? Todo depende del presupuesto, la finalidad o puede que del lugar donde queramos que se exponga. Deberá de cumplir unas condiciones según su uso o fin.
Así con los otros ejemplos. En el caso de tener y criar a un chiquill@ presenté un texto que rezaba tal que así :
Según el RD (Real Decreto) de la vida y convivencia se establecerá como condiciones que:
- La nueva persona que llegue se aceptará y, sobre todo, se querrá y se amará tal y comos sea.
- Será de total competencia y responsabilidad de los padres y educadores que el nuevo habitante del planeta mundo sea:
- Honest@
- Bondados@, noble y buen@ (¡pero no tont@!)
- Sencill@
- Divertid@
- Comprometid@ con su vida y la de los demás (hasta donde pueda llegar)
- Fuerte ante las dificultades del día a día.
- Y que se tome ésta (la vida) con mucha, mucha filosofía.
Como se puede apreciar, según el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares, todo debe estar establecido, atado y bien atado, y con la mayor calidad posible 😊👌👍.
Pasamos al cuarto documento: el Presupuesto. Este lo entendemos casi todos. Es la valoración (con sus mediciones previas, es decir, cantidad de las unidades que lo componen) de lo que nos va a costar lo que hemos proyectado. Según la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (LCAP) es el documento, integrado o no, por varios parciales, con expresión de los precios unitarios y de los descompuestos, en su caso, estado de mediciones y los detalles precisos para su valoración. Resumiendo, si con ello podemos ir a Benidorm, a Tokyo o a San Vicente de la Barquera (que tampoco está mal).
Si nos podemos comprar un Ibiza, un Ferrari, un Audi o un Smart.
Si podremos disfrutar de una paella de bogavante o una de pollo y conejo (que bien ejecutada y con productos de calidad está "pa" chuparse los dedos).
Si nuestra figurita para el recibidor podrá ser de algún Michelángelo o, por el contrario, de la feria artesanal de mi barrio.
Y en el caso de los hijos hay que plantearse muy bien todos los capítulos de la partida con sus mediciones:
Pero sigamos...
Después del presupuesto viene el programa de trabajos, el quinto documento. En muchos proyectos aparece como un anejo más dentro de la memoria (recordemos que la memoria es el primero de los documentos y que los anejos eran esos estudios técnicos y justificativos de muchas de las partidas del proyecto de construcción). Pondré un ejemplo de lo que sería un programa de obra sencillo, pero real, de una obra de construcción de urbanización. Lo que se suele llamar como diagrama de barras (aunque hay otros tipos, como por ejemplo los espacio-tiempo)
Se enumeran las actividades principales de la obra y se representa, mediante barras horizontales, su duración a lo largo del tiempo. No entraré en detalle respecto a esos ejemplos de la vida que he relacionado al principio porque me alargaría demasiado pero ¿quién no programa consciente o inconscientemente todo lo que hace?: cuándo cogeremos ese tren, cuánto tiempo permaneceremos en la ciudad, qué iremos a visitar, a qué hora nos levantaremos, en qué día de mis vacaciones haremos la paella con la familia o cuántos y qué concesionarios voy a ver para comprar ese coche para llegar a la fecha de la adquisición. Sí, ya sé que a veces ocurren cosas que no esperamos, que las hacemos porque surge la necesidad, las circunstancias lo requieren o pasan de repente (una celebración espontánea, un capricho, una noche de amor...); pero hasta para eso un proyecto de construcción suele tener un apartado: el capítulo o la partida de imprevistos...
Y ya llegamos al último de los documentos que nombra la LCAP, el sexto, el Estudio de Seguridad y Salud en el que se especifica los riesgos, medidas preventivas y protecciones de la obra y se regulan según las normas de seguridad y salud en las obras, establecidas en el RD 1627/1997 de 24 de Octubre. Consta también de unos planos y de un presupuesto que formará parte del presupuesto total de Ejecución material del proyecto, dentro del capítulo de Seguridad y Salud.
Antes de la realización de la obra, se redactará un Plan de Seguridad y Salud por el contratista ajustando ese estudio del proyecto a las necesidades reales de la ejecución y que deberá ser aprobado por el coordinador de seguridad.
Los criterios y requisitos para redactar un proyecto serán que todas y cada una de las partes del mismo cumplan con claridad y orden (que se entiendan, vamos), precisión (datos de partida reales y ajustados a la realidad), debe tener la extensión suficiente y necesaria para poder justificar, definir, condicionar y valorar las obras en su conjunto y en cada una de sus partes, y debe ser conciso (ni pasarnos ni quedarnos cortos). Debe ser además coherente (concordancia de su contenido con, y entre, cada una de sus partes) y una buena y cuidadosa presentación predispone a una acogida favorable del proyecto: el proyecto debe ser sometido a una revisión y aprobación técnica.
Claridad, orden, coherencia, concisión, cuidadosa presentación y trato... aspectos todos ellos tan importantes y necesarios en los aspectos de nuestra vida y en todo aquello que proyectamos y valoramos.
Así fueron más o menos los puntos tratados en mi presentación y exposición de dos horas, ante mis querid@s y estimad@s compañer@s, de aquel trabajo de final de curso. Como resumen, los documentos principales que integran los proyectos son:
1º Memoria (memoria descriptiva y anejos)
2º Planos
3º Pliego de Prescripciones Técnico Particulares (Pliego)
4º Mediciones y Presupuesto
5º Programa de Trabajos
6º Estudio de Seguridad y Salud
Para terminar la clase de aquel día había una parte práctica, un ejercicio que propuse que realizaran para ver si habían entendido una parte de la charla, una actividad un tanto versionada en la que ellos eran los agentes que integraban la ejecución de una obra (el proyectista, el director de obra, el coordinador/a de seguridad, el jef@ de obra, el topógraf@, el administrativ@, el proveedor de materiales, mano de obra, maquinaria, l@s usuari@s finales...). He de decir que lo realizaron perfectamente y hubo risas, buen ambiente y mucha atención por su parte. Lo preparé (proyecté y planifiqué) todo con mucho esfuerzo y cariño.
Guardo un gran recuerdo de aquel momento.
Al final, como decía aquél en aquella película que <<la vida es como una caja de bombones>>, yo desde mi particular punto de vista puedo afirmar que la vida es como un gran proyecto de construcción.
Gracias por la atención, por haber leído mi historia de puentes y anclas y hasta otra.
P.D. Por cierto, hoy -12 de abril- hace un año que empecé a escribir sobre estas cosicas añadiendo mi primera entrada <<¿El Inicio?, ¿el primer ingeniero?>>.
Cómo pasa el tiempo...
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