El puente del Califa de Pinos Puente
Hubo una vez un hombre que tuvo una idea arriesgada, un proyecto impensable para unos años difíciles y para el momento incierto que le tocó vivir. Eran tiempos de guerra, enfrentamientos, miedos y supersticiones. Ese hombre acudió a pedir ayuda a las dos personas más importantes, en notoriedad y escalafón social, de la época de dos reinos principales y vecinos. Esas personas eran un rey y una reina. Uno de Portugal y la otra de Castilla. Y lo hizo para hacer realidad su loca intuición. El buen hombre se sirvió de amigos y conocidos para llegar hasta ellos; de sus contactos, como diríamos hoy en día. Pero en aquéllos días no había Internet, ni redes sociales; entre esos conocidos se encontraban un fraile y un astrólogo que creyeron en su idea, descabellada para el resto de los mortales, aunque no para ellos. Una vez que aquel extraño visionario consiguió exponer su discurso a esas dos poderosas personas en sus respectivas casas, en sus cortes, por separado, ambas lo despidieron co