El puente de Canalejas de Elche
EL PUENTE DE CANALEJAS DE ELCHE
El 20 de abril de 1913 se inauguró en la ciudad de Elche el Puente
de Canalejas, después de 13 meses de obras. El ingeniero proyectista y, posteriormente, constructor del mismo fue
el ingeniero Mariano Luiña, en sus
inicios uno de los más estrechos colaboradores del también ingeniero José
Eugenio Ribera, introductor del hormigón armado en España mientras Luiña
trabajaba en la empresa de construcción de Ribera.
El viaducto de Canalejas fue en su momento el puente más largo construido en hormigón
armado en España (50 metros de arco y 78 metros en total), y el primero con un solo arco de dicho
material tan novedoso en esa época, la de principios del siglo XX.
El puente está formado por un tramo central
de 50 metros de luz soportado en una bóveda de hormigón armado, y dos tramos
laterales rectos de 14 m. El tablero del puente (la losa superior por la que circulan
vehículos y peatones), también de hormigón armado, está fuertemente vinculado a
la bóveda (lo que aporta gran rigidez); están conectados además, tablero y bóveda,
mediante unos tabiques esbeltos distanciados entre sí para crear un espacio más
diáfano bajo el tablero. En sus extremos el puente está enmarcado por dos
castilletes de piedra coronados por luminarias que por su estética le confieren
un gran aire monumental al conjunto.
La obra formaba parte de la travesía urbana
de Elche de la carretera Alicante-Murcia. El puente de Canalejas facilitó y
descongestionó el tráfico que circulaba por el único puente existente entonces
sobre el Vinalopó, el de Santa Teresa, conocido también como Puente de Piedra, puente Viejo o puente de La VIrgen, que
exigía un giro de la vía desde la plaza de Baix (la del ayuntamiento) por la margen
del río para alcanzar dicho puente, situado aguas abajo del caudal con respecto
al nuevo ejecutado por Luiña. El puente de Canalejas evitaba dicho giro y daba
continuidad a la alineación de la plaza al mismo tiempo que creaba un eje de
crecimiento urbano en la margen derecha del río.
Se dice que el Puente de Canalejas salvó al Palmeral de Elche, Patrimonio de la Humanidad, pues
permitió la expansión de la ciudad a ese lado del cauce, evitando así la tala
masiva de palmeras en el centro de la villa para la construcción de nuevas
edificaciones.
La Revista de Obras Públicas daba la
noticia en su día: "El aspecto de la obra encantó realmente a los
concurrentes al ver cómo se había conseguido encerrar a la materia resistente
dentro del espesor de unas cuantas líneas que dibujaban sobre el fondo claro
del cielo simples curvas de presiones impuestas por el autor del proyecto.
Representa un triunfo de la ciencia y del arte de la construcción".
El Puente de Canalejas es una de las señas
de identidad de la ciudad de Elche.
Información ampliada
y más detallada en:
Y unas fotos:Hasta otra.
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